Este es un tema que me gusta mucho. En el día a día de las personas que trabajamos en Redes Sociales, cobra especial importancia la forma de relacionarnos entre nosotros. No importa que trabajemos desde una oficina, desde casa u otro lugar, el hecho es que estamos solos delante del ordenador. Nuestra cabeza está conectada a un flujo de información; imágenes, comentarios, feedbacks, etc… pasan por delante de nuestros ojos y siempre, siempre generan emociones.
A diferencia de otras profesiones, (en las que te puedes ir a tomar el desayuno con tus compañeros, o criticar al «pesaó» de turno) en esta tienes que flipar en colores tú solita, o como mucho tuiteralo, pero se pierde la complicidad y la interacción real con otras personas que comparten tus problemas o algarabías. Vamos, que llamar a tu madre a las 10 am para decirle que has encontrado el «Plugin de tu Vida» no es plan, Y si lo haces, ya te digo que no van a compartir tu fiestorro mental, más que nada porque tendrías que explicarles qué carambas es un plugin…
Pero no todo son dramas; la realidad es que con el tiempo, la interacción y la observación se van creando afinidades, vas encontrando compañeros con los que compartes no sólo la forma de ver la profesión, sino muchas veces la forma de concebir el mundo. Puede que hablemos todos los días, o nos sigamos a la distancia, pero sabes que estás ante un compañero cuando te alegras de sus éxitos y te preocupan sus problemas, aunque no le conozcas en persona.
Esta afinidad laboral tiene el encanto de conocer como piensa o siente otra persona, independientemente de su aspecto físico, y demás banalidades. Puedo decir que tengo la fortuna de haber encontrado en las Redes Sociales personas muy interesantes, con las que compartir el trabajo diario. Sus opiniones tienen peso, influyen, son relevantes, marque lo que marque su contador de manitas, el klout, los follows, etc… No son «influencers», son Compañeros.
El hecho de no conocer a alguien en persona no tiene por qué deteriorar la calidad de las relaciones profesionales o humanas, y en estos tiempos menos. Personalmente tengo dos visiones sobre esto.
¿Cuántos de nosotros hemos tenido compañeros de trabajo o de clase con los que no nos hemos hablado nunca y los vemos todos los días? ¿Y cuántas veces nos hemos hecho uña y carne de una persona simplemente porque se sienta a nuestro lado, y con la que no tenemos nada en común? El hecho de que la persona como ente físico esté enfrente nuestro ¿es realmente tan relevante?
¿Cuántos de nosotros entramos en una biblioteca y elegimos un libro por su cubierta? ¿Nos llevamos el best seller de turno, con su portada atractiva, en vez del manoseado y despelucado «Cinco Horas con Mario» ? Para quienes van a una biblioteca la respuesta es obvia. Pero también es verdad que nadie entra en una discoteca y elige al manoseado y despelucado Mario «ni pa’ cinco minutos». Nos vamos directamente a por el más cañón del garito ¿no? Para quienes van a una disco la respuesta también es obvia.
Personalmente creo y siento que la interacción que tenemos entre nosotros en Redes Sociales, es sin duda un tipo de Amistad, de igual valor emocional y calado vivencial por lo que merece el mismo cuidado, respeto y lealtad que cualquier otra.
Quizá eliminar el componente físico no sea un inconveniente, sino una ventaja a la hora de construir relaciones personales o profesionales profundas, ya que la bases de estas relaciones son la Libertad y la indispensable Honestidad.
¡Os animo a dejar vuestras opiniones! 😉
Totalmente de acuerdo con tu reflexión. En un año circulando por este mundillo he sentido más afinidad con varias personas a las que no conocía de nada y a las que sigo sin conocer en persona que con otras que veo casi a diario o con las que he compartido buena parte de mi vida laboral o estudiantil. Y es como dices, me alegro muchísimo cuando explican buenas noticias y me entristezco cuando no son tan buenas. La red está repleta de buena gente dispuesta a apoyar y agradecida cuando recibe apoyo (tú eres un ejemplo perfecto). El problema es que (yo me encuentro con ello) llega un momento en que te ves incapaz de atender a cada una de estas personas como se merecería. Pese a ello, la conexión sigue ahí. Por lo menos así es como yo lo siento. Un abrazo fuerte!
Totalmente de acuerdo, creo que al compartir sin conocer físicamente, acabas conociendo mejor a la persona, pues no tienes prejuicios, simplemente conoces como es, como piensa, como se desenvuelve. Sin duda Internet ha cambiado la forma de relacionarnos, creo que a mejor. Evidentemente que como todo en la vida tiene sus contraindicaciones y el abuso de la red puede acabar haciendo perder de vista la realidad. Pero me quedo con la parte buena, esa que hace que tu y yo estando uno en cada punta del país podamos relacionarnos y compartir vivencias. Un saludo!
Pero… pero… qué mensaje tan bonito!!! Es increíble leerte y sentir que las redes sociales tienen magia, tanta como la que desprenden tus palabras. Gracias por dedicar este post tan especial en un día como el de hoy. 🙂
Suscribo todo lo que dices en tu post y también lo que comentan Benjamín, David y María. Las nuevas tecnologías han modificado el modo en que puedes relacionarte con tu entorno social, desvelando que la presencia física pasa a tener un valor relativo para potenciar otros valores en la esfera emocional e intelectual. Es increíble la cantidad de solidaridad y buen rollo que puedes llegar a recibir en este escenario virtual de personas a las que, a pesar de no conocer físicamente, te sientes más próxima que de muchos otros con los que sí compartes espacio y experiencias físicas. Ello demuestra que, en definitiva, lo que importa son las personas.
¡Totalmente de acuerdo contigo! Me encanta que hayas plasmado en un post estos pensamientos, yo también he conocido en las redes a gente que me llena muchísimo aunque no les conozca en persona (no hace falta que diga que estás entre ellos). Un besazo.
Por supuesto, Mary Mar. Muchas veces te he sentido muy cerca, a pesar de ni siquiera conocerte físicamente. De esta soledad que hablas sobre nuestro trabajo, el poder compartir nuestras penas y alegrías online es un alivio y todo un acierto. Me encanta haberte descubierto y conocido, cada día aprendo de ti y eres todo un ejemplo a seguir. ¡Un besazo!
¡Muchísimas gracias por vuestros comentarios Compañer@s! 😀
Nomino tu blog para el premio que viene aquí, por si quieres también compartirlo. http://acdoraweb30.wordpress.com/category/actualidad/ Un abrazo
Muchísimas gracias, un abrazo!!
Sabes que coincido contigo al 100% en todo lo que expones en este artículo. Además creo firmemente en el poder de las relaciones, de la comunicación y la sinergia. Así fue como me tropecé sin querer contigo, y aunque todavía no nos conocemos en persona, hemos descubierto la una en la otra esa chispa que hace que sienta que eres parte de mi gente. Sabes que no descartamos cruzar esa barrera… pronto, por tus tierras del sur, por las mías de de Levante, o por las de la capital. KDD _Comp*arte YA!!!
Estoy de acuerdo contigo, muchas veces presentamos más cariño por aquellas personas que logramos hacer lazos por las redes sociales sin conocerlas, mientras que en nuestra vida diaria o por decirlo asi «Vida Real» no establecemos tantos lazos.