Podemos encontrar ejemplos muy claros en el día a día para hacer comparaciones relativas y para saber dónde estamos colocadas.
Imaginemos que somos las flamantes dueñas de una ‘boutique’ y queremos vender nuestros artículos; tendremos que tener un escaparate ¿no?
Entonces, se podría decir que nuestra Presencia en Internet es nuestro escaparate y no se puede tener de cualquier forma; hay que tenerlo como cuando viene la suegra a casa: impoluto. Además de intentar llamar la atención para que la gente se arremoline delante del nuestro y no en el de enfrente, la señorita Competencia, que fijo nos cae mal.
Cuando entra una clienta por la puerta de nuestra tienda, nosotras como Community Managers, bajo mi punto de vista, tenemos que llevarla de la mano a nuestro precioso escaparate, con una sonrisa y siempre bajo la transparencia de la verdad, de lo que somos, lo que tenemos y debiendo reconocer lo que nos falta.
Y da la casualidad (que no es tal) que nuestro escaparate tiene bastante gente mirándolo, porque hemos realzado nuestros artículos con cariño y responsabilidad.
Lo más normal es que la clienta (si tiene dos dedos de frente, que si no los tiene no nos interesa, seamos francas) piense: «con lo bien que me han recibido, el trato tan profesional que me han dado y además toda la gente que hay admirando el escaparate… es bastante probable que compre aquí».
Y lo más importante, ¿qué se va a encontrar cuando cotillee en Internet como hacemos todas? Redes Sociales vivas, webs dinámicas, fotos, vídeos, noticias y opiniones. Gente a la que le gustamos, medios de comunicación que publican nuestras noticias, vamos “que somos alguien” básicamente.
Entonces la balanza estará inclinada a nuestro favor. ¿Por qué? Porque no seamos inocentes, seguro que ya viene de vuelta de ver a la señorita Competencia.
En definitiva, aunque las Redes Sociales, la web y el blog son el escaparate tienes que entrar en la tienda, probarte los vaqueros, que te queden monos, hablar con la dependienta y comprárselos.
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